De tal manera lo disfrutan nuestros clientes en cada experiencia, que para el caso de la Yokoaventura Mompox- Cartagena, fue la oportunidad de vivir de primera mano todo el conocimiento aplicado a la práctica, aprender a ser un equipo ante cada obstáculo y disfrutar del proceso.
Nuestros Yokoaventureros crean afinidad desde la reunión inicial y en ese momento nos convertimos en un equipo dispuesto a apoyarse en cada dificultad y obstáculo que se pueda presentar en cada parte del camino.
Cada uno de nuestros clientes vive las Yokoaventura de una manera única y excepcional, pero todos coinciden en dos cosas, en su disfrute por la trocha y su amor por Toyota, porque estas le permiten disfrutar de los más alucinantes paisajes y destinos, viviendo así todo lo maravilloso que tiene Colombia, desde sus más bastas y poco conocidas carreteras.
Uno de los factores más importantes con los que cuentan nuestras Yokoaventuras, es el componente social, por eso en cada uno de nuestros viajes buscamos retribuir a comunidades vulnerables.
En el caso de la Yokoaventura Mompox- Cartagena fue posible ayudar alrededor de 150 niños con útiles escolares y demás elementos que pudieran necesitar para el correcto desarrollo de las actividades escolares; estas donaciones se realizan gracias al apoyo de todos nuestros clientes y los donativos que realizamos desde Yokomotor que marcan nuestro paso por cada destino de manera positiva.
Así mismo disfrutamos de cada momento y en cada Yokoventura tenemos la oportunidad de estar en un destino, de conocer su historia, cultura, asombrarnos de cada color, personaje, paisaje o arquitectura y Mompox fue una gran experiencia para recorrer lugares históricos, construcciones llenas de color y marcadas por la historia, un pueblo de referente para nuestro país.